lunes, 3 de junio de 2013

Vuelta al Pantano de Santomera

Iniciamos una bonita y tranquila excursión por un paraje excepcional que tenemos muy cerca: El pantano de Santomera. Construido en los años 60 para proteger a Santomera y la Vega Baja de las inundaciones y riadas, que cíclicamente azotaban esta zona, es hoy un paraje natural sorprendente por los paisajes y los valores naturales que alberga.


Partimos de la casa-albergue del Ayuntamiento de Santomera, hacia la presa del pantano, donde tenemos la primera panorámica del día.



Una pista nos va llevando por el margen izquierda del pantano, en dirección al cabezo de los Ásperos, máxima cota de la jornada, donde podemos apreciar el embalse en su conjunto y las poblaciones cercanas.


Descendemos hacia la cola del pantano y allí cruzamos la rambla de La Balchilla por la que circula un caudal que procede nada menos que del Río Chicamo, conducido este por el llamado canal de Abanilla.


Una vez cruzado el paso nos encaminamos hasta el "Estrecho", lugar interesante este, puesto que es la confluencia de dos ramblas importantes: La Rambla Salada y la del Aljauque.


Ambas ramblas forman el humedal y paisaje protegido del mismo nombre siendo además Z.E.P.A. Este humedal es el aporte principal de agua del pantano. Vemos las famosas pozas o charcas, célebres antaño por ser lugar de baño de las poblaciones cercanas que buscaban en ellas la curación a todos sus males gracias a la alta salinidad de las mismas.


Tras este "baño nostálgico", seguimos por el margen derecha del pantano, disfrutando de sus "playas" y de la observación, con el cuidado debido, de las aves migratorias que pasan el invierno aquí, retornando por la misma orilla del pantano al punto de salida.